martes, 1 de noviembre de 2011

Caracolas mágicas...


¡Un día de descanso para el equipo mágico, después de sus aventuras en el Halloween!.La verdad es que tenían las energías cargadas, así que estaban preparados para nuevas aventuras, pero aquel día era para descansar, en la playa.Era un día de otoño, pero la temperatura era muy agradable y el sol calentaba lo suficiente para salir y relajarse.Se pusieron de camino a la playa, las niñas por supuesto, estaban muy contentas con la idea de pasar un rato junto al mar.Los papas  de Aurora y Gabriela, habían preparado una comida muy rica para disfrutar del día.Cuando llegaron a la playa, casi no había gente así que doblemente contentas ya que podían corretear a sus anchas,sacaron los cubos y palas para ponerse a jugar en la arena, el agua del mar estaba bastante fría, así que no podían meterse en el agua.Durante un rato estuvieron jugando y haciendo hoyos y castillos, con pasadizos secretos y torres muy altas.Terminaron el super castillo, y Gabriel les saco varias fotos para que tuvieran un recuerdo del día.

Paseaban por la arena de un lado a otro de la playa mientras contemplaban el mar.Charlaban de lo que había significado aquel Halloween juntas, y del nuevo poder mágico con el que contaban.
Pidieron permiso a sus papas para poder acercarse a las rocas del final de la playa,había unas cuevas por allí, y decidieron ir de excursión en busca de aventuras, a Gabriela y Aurora, les encantaba ir de aventura descubriendo cosas nuevas.Con cuidado y sin meterse en líos, fue la condición que les pusieron sus papas para dejarlas ir, a lo cual ellas asintieron sin problema.
Así que pusieron rumbo a las cuevas.El lugar tenia rocas enormes, y un pasadizo para adentrarse en las cuevas, que tenían un lugar donde contemplar el mar, allí el agua tenia un color verde cristal muy muy bonito, y las niñas se sentaron a mirarlo.

El sonido del mar se oía mas fuerte allí dentro, y el agua se adentraba por todos los rincones.De pronto, encima de una de las rocas de la cueva, vieron algo brillar, y como siempre la curiosidad fue mas fuerte, así que se levantaron las dos y fueron hacia donde brillaba la roca.Cuando se acercaron vieron unas preciosas caracolas brillantes, tenían colores azules,verdes,rojos,¡Unas caracolas mágicas!.Había seis,no eran demasiado grandes, pero tenían un buen tamaño.

Cada una de las niñas cogió tres en sus manos, y al cogerlas, aparecieron dos sirenas de debajo del mar, unas preciosas sirenas que les dieron la bienvenida, y les contaron que aquella sorpresa era para ellas, por toda la ayuda que en su día Gabriela y Aurora les habían ofrecido, se pusieron muy contentas, agradecieron a las sirenas su regalo, y se las guardaron en sus bolsillos, para llevarlas a sus casas y poder guardarlas en sus baúles mágicos.¡Es un buen recuerdo de aquel día!.


Salieron de la cueva tan contentas, que no se habían dado ni cuenta del tiempo que habían pasado allí,Llegaron rápido a donde estaban sus papas, que las esperaban para jugar con ellas a unos juegos muy divertidos.Así pasaron el resto del tiempo, hasta que llego la hora de marcharse, aunque un poco tristes, recordarían aquel día por habérselo pasado genial...

¡por fin, un día de descanso para el equipo mágico!.¿Pero...¿Durante cuanto tiempo...?¡Ya veremos!
Gracias por visitar al equipo mágico, y leer sus aventuras. Un besito para tod@s...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un descanso muy merecido, en un lugar impactante. Acompañadas de una buena comida por supuesto!!!!