domingo, 18 de noviembre de 2012

El espíritu en nosotros...


Aurora, Amanda y Gabriela, aprovechan un largo fin de semana en compañía de sus padres. en una casa rural alquilada especialmente para traer a las niñas y a sus hermanos, con el objetivo de poder mostrarles algunas costumbres antiguas, como la de hacer el pan, alimentar a los animales y plantar verduras, cuidar los frutales y por sobre todo tener la posibilidad de que las niñas salgan un poco de la rutina y disfruten más de la naturaleza.
A lo largo del día las niñas se asocian para colaborar en la realización de las tareas del campo, por supuesto estando tan cerca de la naturaleza, cuentan con la ayuda cómplice de hadas, gnomos y pequeños habitantes del bosque cercano. Y es que las hazañas del Equipo Mágico llegan muy, pero que muy lejos... Todos los mágicos habitantes de estos bosques desean conocer a nuestros héroes.
Después de los primeros días la rutina se hace sencilla y las niñas disponen de mas tiempo de jugar e investigar los alrededores, conocer nuevos mágicos amigos y recibir encargos para el Hada del Oeste de los habitantes de esta región, algunos regalos muy bonitos y otros bien ocultos despiertan la curiosidad de las niñas, pero que se puede hacer; habrá que esperar hasta regresar al castillo del Hada para verlos.
Un día por la mañana algunos padres y algunos niños se disponen a ir de compras al pueblo, no todos alguien debe quedarse para preparar la comida y cuidar a los más pequeños... Gabriela se ofrece voluntaria para la tarea, sabe que su padre se quedara para preparar la carne asada y a ella eso le fascina. además no ha pasado buena noche, se quedará para cuidar a los más peques y aprovechar para hablar un poco con papá...
La mañana transcurre sin contratiempos, Gabriel observa a la niña con detenimiento, hace rato que  hace de tiburón rondándolo como si quisiese algo pero no se anima a pedirlo... Ahí va... otra vuelta mas y van...!!!
Los peques ya estan ubicados jugando - Gabrielaaaaa!!! - le llama
- Voy enseguida  _ responde la niña- mientras va de camino-
- Ven ayudarme cn la carne y las ensaladas y luego ya nos pondremos con el fuego -
- Valeeee!!
Cuando la niña llega su padre el esta esperando con una rica picadita, salami cortado muy cuadradito y quesito en cuadraditos también para acompañar un vaso de refresco, y unas patatas fritas. Mientras Gabriel ceba un mate y le ofrece uno a la niña que arruga el ceño en señal negativa. el refresco esta muy bueno y no tiene sentido cambiarlo por aquel preparado verde y agridulce que suele tomar su padre, ademas seguro estará supercaliente... que le quemará la lengua seguro!!!

De frente mientras se miran fijamente la niña sabe que debe comenzar después de iluminar el comedor con su sonrisa dice:
- No he dormido bien, y es que soñé con los abuelos Emilio y Marta, debe ser por que aqui todo es tan parecido..
- Seguramente que si. Además ya sabes que muchas personas de aquí fueron a vivir allí, buscando un cambio de vida y es por eso que algunas costumbres son muy similares.
- Si la verdad que algunas cositas ricas que hace la abuela Marta no las encuentro aquí y a ti no te salen ni parecidas...!!!
- Ja, ja, ja,- Ríen ambos de buen grado - Y ahora veo por que el abuelo Emilio siempre esta entretenido, atendiendo la viña y los frutales. Acondicionando a los animales y acompañando a la abu con las tareas...
- Es normal que les extrañes - Le dice Gabriel - pronto pillaremos unas vacaciones y podrás verlos de nuevo, anda sonríe y vamos a preparar la comida... Vamos!
- La cara de la niña se alegra mientras suspira relajada - Vamos!
Se abrazan y una sensación extraña les invade desde el interior, el ambiente cambia como si de un remolino se tratase y en un momento mágico se abre la puerta del comedor que da al jardín y...

..Una tonada mendocina suena en el ambiente... Al salir se encuentran con la visión de un lugar diferente...!
Pero que es esto... Ambos no terminan de salir de su asombro... Estás en la casita de la abuela Marta y del Abuelo Emilio... Tomados de la mano no salen de su asombro allí donde los animales esta la abuela repartiendo el maíz para los pollos y limpiando el agua de los abrevaderos... Se nota contrariada, el perro travieso no deja de perseguir a los pequeños conejitos que saltan de un lado para el otro, haciéndola perder el tiempo, mientras trata de encerrar a los patos en su sitio... - Increíble - Gabriel esta muy impresionado por este mágico e inesperado momento. quisiera ayudarla pero lo detiene el tener a la niña de la mano... ese nexo le hace recordar que solo es una puerta mágica y que aunque lo intentase su madre no podrá verlo ni oírlo. Pero su corazón se alegra porque sabe que el momento es real y que eso esta sucediendo ahora.
Gabriela esta encantada, tanto que no repara en las lágrimas que ruedan por las mejillas de su padre...
- Emilioooo!!! Donde te has metido!! sácame de aquí al Lobo, me va a golpear la piernas y eso va a ser lo ultimo que va a hacer en su vidaaa!! quieto perro loco! - la abuela Marta no para - Emilioooo!!!
Gabriela ríe a carcajadas y es que se ha percatado de que su pícaro abuelo lleva rato mirando la escena pero espera el momento adecuado para aparecer... también muerto de risa y un poco antes de que lo amenacen a él también - ja, ja, ja,...- Gabriela tiene que sentarse no puede más!
finalmente la acción requerida se produce, a riesgo de quedarse sin almuerzo, el abuelo decide pasar a la acción y azuzar al inquieto animal para sacarlo del corral amenazándolo con una varilla verde de sarmiento...
- Fuera, lobo.. perro loco!
- Emiliooooo!!! - La puerta, ciérrala que se escapan los pollitos!!
- Puedes esperar tengo que salir primero...!!!
Sin embargo, el abuelo no tendrá un éxito total un pequeño conejito se escabulle entre las hendijas y llega hasta los pies de Gabriela. La niña lo toma en sus brazos, de color gris azulado se refugia en el regazo de la niña que lo acurruca tiernamente...

Padre e hija se miran sin comprender pero solo un momento un ladrido les hace volverse, lobo esta de pie moviendo la cola y ladrando con fuerza, se incorpora sobre sus patas y se apoya con las manos sobre Gabriel que lo acaricia y lo devuelve a su posición. Le pide a Gabriela el conejito y lo deposita en el suelo indicándole al perro que lo lleve... - Vamos Lobo llévalo con mamá...
El animal toma a la cría y parte velos hacia la puerta donde La abuela Marta ya se dispone a cerrar...
- Dame eso lobo... No lo aprietes - El perro suelta al atormentado animalito, la abuela lo coloca dentro y cierra por fin...
Gabriel vuelve a tomar la mano de la niña y espera, después de lo ocurrido solo quedaba ver si...
Sus padres se reúnen y se dirigen hacia ellos por un momento cree ver que ellos le ven y su corazón late aceleradamente. Gabriela también espera con el corazón en un hilo...
Durante un momento todo parece que se hará realidad y que podrá abrazar y besar a sus padres... Solo faltan unos pasos... y cuando se dispone a extender los brazos... Todo comienza a difuminarse, los abuelos siguen su camino y se cruzan con ellos en el jardín contiguo al comedor... seguidos por el inquieto perro que también pasa de largo, como si ahora ni les viese, cerrando la puerta tras de si.
Con el sonido de la puerta al cerrarse ambos vuelven a encontrarse en el jardín de la casa rural. Sarita y el resto de los niños siguen jugando como si nada.
Una lluvia de estrellas desciende hacia ellos, el Hada del Oeste desciende hacia ellos y les abraza muy fuerte, muy fuerte, muy fuerte!!!
- Esto ha sucedido porque vuestros espíritus mágicos añoraban un momento en común y esa fuerza tan grande, consigue materializar un pequeño momento, mágico y deseado que hace despertar todos nuestros sentimientos mas profundos - Les dijo el hada - Si, ya lo sé. - Respondió el hada a la ansiosa mirada de Gabriel - Los animales si pudieron verles, pero este perro es muy especial, ya os lo contaré cuando regreséis al castillo- de nuevo les abrazó - Ahora debo irme y vosotros poneros manos a la obra ya casi no queda tiempo para preparar la comida... Vamos!

- La hora que es!! y todavía nos queda trabajo, vamos Gabriela!!!
- Ahora voy papá - dijo la niña enjugándose las lágrimas de una vez
Despidiéndose rápidamente del hada se dispusieron a encender el fuego y a lavar las lechugas y los tomates para hacer las ricas ensaladas.
Ya durante el almuerzo todo volvió ser alegría y disfrute pues solo quedaban un par de días de vacaciones.
Había que disfrutarlos con alegría en el corazón....









1 comentario:

Anónimo dijo...

JJJJoderrrr!!! os juro..que he estado allí... y que he deseado tanto como ellos que los abuelos pudieran verme, y abrazarlos!!! Gracias, por esta hermosa dedicación...
Betsy