domingo, 10 de enero de 2016

La Montaña Oscura...

Se habían terminado las vacaciones de Navidad, y después de aquellas aventuras pasadas, el Equipo Mágico, había vuelto a sus actividades diarias. Gabriela y Aurora a sus clases, y Gabriel a su trabajo.
Un frío día de invierno, había amanecido, y a través de la ventana, Gabriela veía batirse las ramas del gran árbol, que a lo lejos se veía. Un viento huracanado, y de vez en cuando, nieve.
Con aquel espantoso viento, las clases se habian suspendido, y todos estaban en casa. Gabriel trabajaba con su ordenador, el también había decidido no ir a la ciudad y quedarse cómodamente en casa trabajando.
De vez en cuando la nieve batía sobre las ventanas, traída por el viento. Y Gabriela, apoyada en el cristal, pensaba en la fiesta de la Navidad de las hadas y de lo bien que se lo había pasado. De pronto, un pequeño golpe hizo que Gabriela se quedase mirando para la ventana extrañada. Y vio a una pequeña hada verde, que resbalaba a través de la ventana,junto a los copos de nieve, batida por el viento. Rápidamente, Gabriela abrió la ventana, y recogió a la pequeña hada, que no podía articular palabra debido al golpe y al frío. Gabriela soltó una carcajada, al ver la cara de enfado de la pequeña hada.

La cubrió con una pequeña manta guardada para ocasiones especiales, y la ayudo a entrar en calor, sujetándola con sus manos. El hada poco a poco entro en calor, y su cara iba cambiando de aspecto, aunque refunfuñaba todavía, quejándose de porque la habían hecho salir con aquel endemoniado tiempo.
Mi nombre es Rebeca, dijo el hada y vengo a darte un mensaje:
- Mas allá del Reino de las Hadas, esta la montaña oscura, y hace unos días, una gran nube azul sale de ella. El Hada del Oeste no sabe que ocurre, y después de enviar a Tobias como emisario para poder saber que ocurre, a día de hoy aun no ha vuelto.
Es muy raro, que no sepamos nada de Tobias, el Hada del Oeste ha consultado con los magos del Reino, y a través de sus colgantes mágicos solo se ve esa cortina de humo de color azul, que no permite ver nada mas. Por eso, me envía, el Equipo Mágico, debe encaminarse hacia la montaña oscura, y tratar averiguar que pasa.
Al escuchar la orden de la Gran Hada, dejo abrigada sobre su cama a la pequeña Rebeca, y corrió a contarle a Gabriel primero y a Aurora después, lo que el Hada del Oeste les había encomendado.
Con grandes abrigos y muy muy abrigados, no les quedo mas remedio que encaminarse a la montaña oscura. Al adentranse en el bosque, no sin antes luchar con el viento y la nieve, los miembros del Equipo Mágico, comenzaron a sentir el calor de los rayos del sol, del camino de primavera, el aroma de las flores, el cielo azul y el cantar de los pájaros, les hacia sentir que la magia de aquel reino era única.

Bajo el Árbol de la Sabiduría dejaron sus abrigos, gorros, bufandas y demás, porque en aquel lugar no los necesitaban. El Colgante de la Sabiduría de Gabriela, comenzó a brillar, un azul intenso, que sin duda, alerto al Equipo Mágico, aquel colgante, era capaz de emitir muchos colores, pero no un único color.
Llegaron a los pies de la montaña oscura y sin perder tiempo, se adentraron en el túnel, el colgante de Gabriela, emitía ahora un azul mucho mas intenso, y al tocarlo, ¡estaba muy caliente!.
Oyeron unas risas a lo lejos, se miraron, y se adentraron en la gruta, sin hacer ruido.
Al llegar dos grandes gnomos, jugaban con unas bolas grandes de color azul intenso, que cuando caían se desvanecían, en el aire, y el humo salia por la gran chimenea de la gruta.
Parecía que todo era simplemente un juego, sin ninguna maldad... pero, no era así. Los pequeños duendes del reino del Hada del Oeste, traían vagonetas a través de los raíles, de brillantes piedras azules, al llegar las vagonetas, los envolvían en las bolas azules y los zarandeaban a su antojo, haciéndoles daño y produciéndoles mucho miedo. Los miembros del Equipo Mágico, con Gabriela a la cabeza, se puso manos a la obra, y también se sumaron a las idas y venidas de aquellas vagonetas. Aprovecharon a subirse a una de ellas, que los Gnomos malvados mandaban vía abajo de un empujón.A una gran velocidad, Gabriel asomo la cabeza, y lo mismo hizo Aurora,intentando averiguar cuando y como pararían aquel cacharro.Pero al final del camino, los pequeños duendes, paraban los vagones, con ayuda de unos grandes palos de madera. Al ver al Equipo Mágico, se llenaron de alegría, sabían perfectamente que ya no estaban solos, así que una vez que quedaron de llevar a cabo su plan, todos estaban ya en sus posiciones. Gabriela, arrastraba montaña arriba la vagoneta llena de piedras azules brillantes, mientras escuchaba a aquellas malvadas criaturas como se reían, y como iban bajando las vagonetas a toda velocidad por la vía paralela a la suya.

A punto de llegar, Gabriela saco uno de los candados que enganchaba una de las pequeñas puertas que las vagonetas tenia en los laterales, y llego donde los Gnomos estaban. Y al ver que estaban muy entretenidos con su juego, aprovecho, y de un solo golpe, envió la vagoneta contra ellos,que enfurecidos, de un manotazo lo tiraron contra una de las paredes, entonces, Gabriela,  Gabriel y Aurora que habían llegado corriendo a través del túnel, levantaron sus colgantes mágicos, y con todas sus fuerzas, hicieron que brillasen con unos intensos colores, que cegaron a los Gnomos, y que dieron tiempo al Equipo Mágico a subirlos con su magia a la vagoneta y a toda velocidad marcharon cuesta abajo, al llegar al final del camino todos los duendes, los esperaban con los grandes palos, que les sirvieron para darles el ultimo empujón y enviarlos así, al infinito, tanto tanto, que nunca mas se les volvió a ver.
Se felicitaron todos, saltaban, cantaban, al ver que aquellos malvados Gnomos, ya no iban nunca mas a molestarles ni esclavizarles. Y Tobias también, volvió a sonreír, al saber que podía ir de vuelta al Reino del Hada del Oeste .

La montaña oscura, volvía a tener su aspecto normal, y todo gracias a la valentía de nuestro Equipo Mágico. El Hada del Oeste, les regalo una gran merienda, y sobre todo, con su magia, su vuelta a casa fue fantástica, había dejado de nevar, el viento se había detenido y un intenso color rojo del atardecer se veía al final de las montañas. ¡ Bravo Equipo Mágico!, de nuevo, con vuestra ayuda todo vuelve a su sitio...¡ Hasta la próxima Aventura!

1 comentario:

LUA dijo...

Muy bien chicos cada vez es más emocionante.Esperamos la próxima aventura. No tardeis demasiado.