miércoles, 28 de diciembre de 2016

Las maldades del Duende Oscuro...

Tras un largo periodo de descanso, debido a acontecimientos ajenos al Equipo Mágico, no he podido entrar y contaros nuevas aventuras, pero finalmente ¡¡¡YA HEMOS VUELTO!!!.
Y en esta nueva aventura, nos adentramos de lleno en los preparativos de  Navidad, Gabriela y Aurora, empezaban a ponerse mas nerviosas de lo habitual, y siempre por estas fechas, tenían pensado muchas cosas, para compartir con las Hadas y Duendes del Mundo Mágico.
Les gustaban mucho las manualidades, y preparaban, muñecos de nieve, bolas para el árbol, tarjetas de felicitación y ¡todo hecho a mano!. Inmersas en todas estas cuestiones, Gabriel se paseaba por la habitación de Gabriela, para ver como iban los preparativos.
En las tardes de Diciembre, hace frío, a veces sol, a veces viento, a veces lluvia, es el loco tiempo del invierno.Pero al Equipo Mágico, también le gustaba pasear por el bosque, y hacer fotos de esos maravillosos colores que esta estación compartía con ellos,  llenaban todo el entorno, de un mágico y maravilloso lugar para disfrutar.

Eran las cuatro de la tarde, el sol, brillaba, y una brisa fresca movía las hojas de los arboles cercanos, Gabriel subió a buscarlas, para dar un paseo, antes de que anocheciese, que en esta estación, era algo que no gustaba demasiado a las niñas, ya que anochecía demasiado rápido.
Bajaron los tres y se dirigían a la puerta, pero antes hicieron una visita a la cocina, recogieron unas galletas y un zumo para el camino, y salieron sin mas.
Cogieron el camino hacia el bosque, apuraban un poco el paso, ya que el sol bajaba sin remedio, y no querían que se hiciese demasiado de noche para volver.
Al llegar a la entrada del bosque, dos pequeñas hadas del otoño, les esperaban. Una de ellas lloraba, mientras la otra la consolaba, Gabriela, se acerco, necesitaba saber que era lo que le pasaba, y comenzaron a contarle:
- Esta mañana, en el camino del viejo puente de piedra, se escucharon dos estruendos que despertaron a todas las hadas , salieron de sus setas asustadas, y el Hada del Oeste, mando a varias de nosotras a averiguar que era lo que ocurría, así que nosotras dos y el hada Sara, nos dirigimos hasta el viejo puente. La verdad íbamos muertas de miedo,ya que no sabíamos que era lo que nos íbamos encontrar. Al llegar todo parecía normal, escuchábamos a los pequeños pajarillos que cantaban en las ramas del viejo roble, y a lo lejos las voces de los duendes que trabajaban en el bosque, como os decía todo normal.



Después de comprobar que nada ocurría nos disponíamos a volver, y el viejo roble, comenzó a moverse, y de pronto, un gélido viento nos arrastro a través de sus ramas, hasta adentrarnos en la profundidad del tronco. No sabíamos que ocurría, un gran silencio , y oscuro,muy oscuro, no veíamos absolutamente nada. De pronto, una gran luz azul cegadora vino hacia nosotras, y tras ella, apareció un gran duende, feo, y oscuro.
Gritamos pidiendo ayuda pero nadie nos escuchaba, y tras gritar, Elsa y yo,nos encontramos fuera del viejo roble de nuevo. Al levantarnos pudimos comprobar que Sara no estaba, la buscamos por todas partes, gritamos su nombre, pero no ha vuelto a aparecer, el viejo roble y ese duende oscuro se la trago y no la ha devuelto.El Hada del Oeste, ha puesto en alerta a todo el reino, y es por eso que necesitamos vuestra ayuda.
Tras escuchar al Hada, el Equipo Mágico, se puso en marcha hacia el Castillo del Hada del Oeste, sin duda, requería de su ayuda sin demora.
Llegaron al Castillo y tras hablar con el Hada, se encaminaron hacia el viejo puente de piedra, donde se encontraba el viejo roble. Al llegar, Gabriel intuía un temblor, en el viejo roble, y como había pasado con las pequeñas hadas, el Equipo Mágico, fue tragado por el viejo árbol, encontrándose en un momento , en el interior oscuro.

De pronto la misma luz azul, que antes habían visto las hadas, y tras ella el Duende oscuro, el Equipo Mágico, armado con sus Medallones del Poder, crearon una gran linea divisoria, y el Duende tuvo que detenerse. Al verse amenazado, acerco hacia el a la pequeña Hada Sara, amenazando con hacerla daño si el Equipo Mágico le hacia algo . Todos se detuvieron de pronto, un gran temblor, hizo que todos se quedasen paralizados, y nuevamente a oscuras. El Equipo Mágico comenzó a toser, estaba todo lleno de polvo, lo comprobaron cuando sus medallones comenzaron a brillar de nuevo , pero... ¿y la luz azul?, ¿ Porque no se escuchaba al Duende, ni brillaba la luz azul?, ¿ Donde estaba la pequeña Hada Sara?. Una pequeña luz debajo de una madera, brillaba intermitentemente, y Gabriela, fue hacia ella, para liberarla. A través de los huecos del viejo roble, comenzó a entrar la luz del sol, permitiendo que todo se llenase de luz, así fue como se dieron cuenta, que el Duende Oscuro, estaba atrapado bajo las ramas , ¡ muchísimas ramas!, que le impedían moverse. El Hada del Oeste se acerco hasta el y con una pequeña botella, metió en ella al malvado Duende oscuro, sellando la tapa con un sello mágico, para que nunca nunca mas, pueda volver a hacer ninguna maldad.


Una vez de regreso al Castillo del Hada del Oeste, todos estaban mas tranquilos y contentos, y las pequeñas hadas amigas se volvieron a reencontrar y a sonreír.
¡ Gracias Equipo Mágico!.¡ El Poder de la Magia, nuevamente ha ganado contra el mal!

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