lunes, 2 de enero de 2012

Estrellas e Ilusiones...


La estrella que guia a los Reyes Magos en su camino desde Oriente,brilla en el cielo con mas intensidad.Las niñas a pesar del frío nocturno la admiraban desde el porche,sentadas en el banco de madera,y soñando con esa noche de magia,en la que los tres Reyes visitarían sus casas para traerles sus regalos.
Gabriel recordaba admirándola también,su infancia en la que en aquella noche,sus papas le hacían acostarse temprano,para que la ilusión no perdiese ni un momento de magia.El recuerda que estaba siempre muy nervioso en esos días,porque sabia que los Reyes Magos  iban a visitar su casa, y le iban a dejar juguetes.


La estrella titilaba en el cielo,como ninguna otra,y anunciaba la cercanía del maravilloso momento.Aurora y Gabriela,hacían una recopilación de deseos para pedirles a los Reyes,la carta ya estaba enviada,pero como sabían que eran mágicos,le pedían deseos de paz y ayuda para los niños pobres que en aquella noche tenían también ilusión por recibir sus regalos; y otro de sus deseos era que todos los niños tuvieran comida durante el resto del año.Gabriela pedía que no hubiese gente pobre,ellos con su magia lo podían hacer.Mirando esa estrella,los tres miembros del equipo mágico,ponían todos sus deseos y peticiones a su disposición,porque estaban seguros de que los Reyes Magos de Oriente, las escucharían a través de ella.
El Hada del Oeste,apareció de pronto,y les trasmitió sus mágicos deseos, espolvoreando su mágico polvo de plata.Gabriela abrió su mano,para que el hada se sentara sobre ella.El Hada del Oeste los miro a los tres y sonrió, diciéndoles que se pusieran cómodos,que les contaría una historia:

En un lejano país,donde los sueños también se hacen realidad,había una cabaña de madera,en un bosque donde las flores,el agua  y los arboles dejaban pasar el sol, y donde el cielo nocturno estaba lleno de estrellas.Dos vocecitas se oían siempre cantando sin parar a través de matorrales y ramas.Sara y Santiago,siempre estaban contentos,a pesar de que no contaban con muchas cosas para vivir.Cogían leña para calentarse en invierno y frutos del bosque para comer,lavaban la ropa en el río,y tenían gallinas, pollos y conejos,que mantenían limpios y cuidados para poder comer.Las gentes del pueblo cercano le llevaban dulces y pastelitos, y les ayudaban con la comida.

Y siempre cantaban alegres canciones,su magia era su sonrisa,a pesar de que la vida,había decidido apartar de ellos a sus papas.Cuidados por Matias,un abuelito del pueblo,que los había educado muy bien, y les había dado todo lo que el tenia para que viviesen muy bien.Matias era muy querido en el pueblo por su bondad,era muy muy viejito ya y no podía vivir en el bosque por culpa de la humedad,que era perjudicial para su sensible salud, y desde hacia ya dos años que vivía en una pequeña casita en el pueblo, donde los vecinos y los niños lo cuidaban para que estuviese lo mas cómodo posible.Sara y Santiago,iban cada día,le preparaban la comida y lo cuidaban en todo lo que necesitaba,sin pedir nunca nada a cambio, los niños recibían ayuda de las gentes del pueblo, porque su bondad y su gran corazón,los hacia queridos por todos.Y llego la noche de Reyes, en la que las casas cubiertas de luces y adornos esperaban la llegada de los Magos,con las chimeneas humeando sin cesar.Sara y Santiago,después de visitar a Matias y ya en su cabaña, los niños miraban a través de la ventana,la estrella que esta noche admiráis vosotros pidiendo vuestros deseos,para pedir también los deseos y anhelos que ellos tenían; no eran demasiadas cosas, solo querían una muñeca para Sara, y un camión para Santiago,para poder jugar en las noches de invierno,cuando el frío y la lluvia nos les permitía salir a admirar las estrellas en el cielo;y lo pedían con mucha fuerza,eso y una silla de ruedas para Matias,para poder salir con el de paseo por las calles del pueblo,y que no se pasase los días encerrados en aquella casita, donde solo se podía sentar y admirar la calle,porque sus piernas ya no respondían.

Ellos sabían que en aquella noche mágica, se podían hacer realidad sus peticiones, o por lo menos, así lo creían.Se fueron a dormir ilusionados, pero también con la duda de saber si sus peticiones habían sido oídas por aquellos Magos.Llego la mañana,se levantaron temprano para encender como cada día la estufa, y que mas tarde la cabaña estuviese calentita.Después de desayunar,Sara se disponía a salir a por los troncos necesarios,cruzo la puerta,hacia frío, pero en aquel momento no sintió ni siquiera eso,solo grito llamando a Santiago, que acudió a su lado, rápidamente con tanto griterío.¿Que pasa Sara?,pregunto Santiago...
¡Mira!,dijo Sara, ante ellos había un montón de paquetes envueltos,los dos se miraron y abrieron los ojos mas grandes que un plato.

Allí estaban,una muñeca,un camión,una cocinita de juguete,un garaje con muchos coches,un vestido para Sara, y un pantalón y un chaleco de lana para Santiago.Mientras los dos gritaban de alegría, cuatro vecinos del pueblo, se asomaron a la casa,con una sorpresa todavía mayor,uno de aquellos vecinos, empujaba una silla de ruedas brillante,nueva y con Matias sentado en ella.La alegría entonces se convirtieron en lágrimas, sus peticiones habían sido escuchadas,abrazadas al viejo Matias

El equipo mágico,lloraba al escuchar aquella historia tan bonita,y el Hada del Oeste les prometió que algún día conocerían a Sara y Santiago,unos niños bondadosos,tiernos y con un mágico corazón.
Mientras tanto,les dijo que la magia esta en el corazón de cada uno,y que solo con bondad se cumplen todos tus deseos.Después de eso se despidió del equipo mágico,esperando verlos pronto...
Se fueron a dormir mas felices,sabiendo que con buen corazón todo se puede conseguir...

Un besito del Equipo Mágico...

1 comentario:

Anónimo dijo...

A preparar los zapatitos, que ya llegan los Reyes Magos y que no solo vienen a España, sino también a todos los hogares de todos los niños del mundo!