sábado, 2 de febrero de 2013

Sueños felices... Felices sueños!


De nuevo el Equipo Mágico en acción, reunidos en el gran salón del Castillo Mágico del Hada del Oeste, estando ella presente para despedirlos en su partida a la nueva y peligrosa misión que les acaba de encomendar...
- Ahora niñas - Se oye decir a Gabriel - juntemos los anillos y vamos allá...
Pero a donde?
Minutos antes el Hada del Oeste les habla en el gran salón sobre un problema de difícil solución. Y es que su hermana gemela el Hada del Norte le ha pedido que envíe al Equipo Mágico para que le ayude a solucionar un enorme problema.
Allí es entonces donde van nuestros amigos, a las heladas regiones , Mas precisamente al Castillo de Hielo en los  Mágicos Bosques Helados del norte...
Un problema de difícil solución...? Que podrá ser tan difícil que requiera el poder de los anillos del equipo en su conjunto...?
Muy extrañados y casi tanto como todos los que leen, partieron los integrantes del Equipo Mágico, ya que el Hada del Oeste tampoco les había informado mucho, pero había un detalle importante, el hada les había indicado lo peligroso de la misión pero a la vez no le notaban preocupada mas bien se le notaba tentada de la risa.
Nada más llegar a su destino, muy abrigados y protegidos con gorros, bufandas, guantes y gafas de sol, se dieron cuenta que algo no andaba bien. Nadie salio a recibirles y todo parecía muy desierto como si nadie viviese allí. El Bosque Mágico del Norte era de un blanco cegador y dejando de lado los troncos de los árboles y el verde de las hojas de éstos que se colaba entre el manto de nieve no había nada de otro color.
Aurora que ya había estado aquí en ocasión de recibir el cristal mágico de hielo, hizo de guía para los demás.
- Parece que algo no anda bien aquí - comento la niña - Algún fauno de la corte debería venir a darnos la bienvenida...!
Sin embargo no acertaron a encontrarse con nadie, ni siquiera al aproximarse al castillo del Hada del Hielo.
Pero una vez dentro del poblado que rodeaba al castillo comenzaron a encontrase a algunos habitantes que estaban recostados en el suelo y durmiendo plácidamente. Se veía en su rostro que descansaban a gusto y que nada les perturbaba, incluso intentaron despertar a un centauro en las cercanías de un establo y les fue materialmente imposible.
Centauros, minotauros, faunos, elfos, hadas, gnomos y demás habitantes estaban dispersos por aquí y por allí sin dar señal de llegar a despertar de ese sueño que les tenía atrapados.
Otra curiosidad era que los habitantes de este singular poblado parecían haberse dormido en el mismo lugar donde se encontraban. Nadie se había retirado a su casa para dormir, en cambio daba la sensación de que se habían dormido haciendo algo. Algunos trabajando, otros paseando, había hasta quienes dormían encima de los carros que portaban heno, otros abrevando a los animales. Estos últimos habían caído dormidos aún con sus arneses colocados.
En fin ni perros ni gatos, ni lobo ni fauno, ni bueno ni malo, todos estaban dormidos y según se les notaba muy felices... Un Misterio...?!
El Equipo Mágico atravesó el poblado sin problemas y luego se aprontó para cruzar el puente sobre el río de lava candente que rodeaba al castillo y se perdía en las mismas profundidades de donde surgía al pie del viejo volcán nevado. La visión era espectacular pero nadie se dejaba de preguntar que pasaba aquí, y tampoco dejaban de estar alertas por cualquier cosa que pudiese cambiar el escenario de aparente calma.
Entraron en el castillo sin mayor resistencia que la suave brisa helada del norte...
- Risas...? - Dijo Amanda - Risas de niño pequeño.... - Otra Pausa - Por allí...
- Esperanos -  Gabriel y las demás niñas corrieron detrás de Amanda, que sin detenerse se adentraba en el salón del Castillo de Cristal. La perdieron un instante en un recodo que hay antes de entrar al salón principal, pero no llegaron a entrar de lleno en este salón, pues cuando se disponían a entrar tras Amanda esta se encontraba en el medio del salón riéndose muy a gusto, como si le hubiesen contado un chiste muy gracioso. Reía tanto que casi llega a contagiar a sus compañeros de equipo, que estaban a la vez intentando comprender la situación.
Sin embargo a indicación de Gabriel permanecieron ocultos tras las columnas de hielo de las galerías aledañas al salón, mientras observaban a Amanda que se quedaba dormida mientras dejaba de reír poco a poco, ya casi sin sonido pero una vez dormida la expresión de alegría no se le quitaba del rostro.
Risas...! Otra vez! Sin descubrirse del todo las niñas intentaban descubrir de dónde y de quien era esa risa que ya comenzaba a molestarles. Entonces un zumbido y un objeto pequeño y veloz parecido a una pelota de goma de colores, del tamaño de una pelota de ping pong, recorrió el salón y comenzó a rebotar por aquí y por allí pasando muy cerca de nuestros amigos y perdiéndose en una escalera que llevaba al sótano.
Con el dedo sobre los labios Gabriel miró a las niñas y les señalo luego una columna detrás del trono, justamente encima se dejaban ver unos coloridos pompones, de parte de un gorro de bufón que se movían insistentemente, como si su dueño estuviese muy ocupado.
Gabriel le había descubierto por casualidad ya que el reflejo de la luz reflejada por el disparo de la bola de colores había rebotado en la pared de hielo lateral y le había delatado, y aparentemente se disponía a disparar de nuevo pero... A que?
Otro disparo, esta vez en la dirección opuesta a la posición del equipo, y esta vez la fuerza que lleva la pelota la hace desintegrarse contra una columna de hielo.
aprovechando el tiempo de demora entre un disparo y otro Gabriel y las niñas intentan acercarse a Amanda, pero entonces un gran estruendo acompañado de un destello de luz blanca, les sorprende y les deja momentáneamente ciegos. Se quedan donde están, tratando de recuperar la visión.
La respuesta del bufón no se hace esperar y de nuevo lanza una bola que luego de botar y rebotar explota, dejando  como resultado una nube de humo de colores muy espesa.
aprovechando esa nubosidad el Equipo Mágico recupera a Amanda y vuelven nuevamente a la protección de las gruesas columnas de hielo.
De nuevo risas, risas y saltos de alegría, el bufón se descubre y se dirige saltando y riendo sin parar en dirección a la nube que comienza a disiparse.
- Pronto niñas - Llama Gabriel - unamos los anillos para despertar a Amanda antes de que se disipe la nube.
En un momento están todos juntos y uniendo las manos y deseándolo con mucha fuerza, Amanda comienza a despertar, gracias a la magia del poder de los anillos unidos. La niña no entiende nada pero en cuanto se despeja un poco se abraza a sus compañeros.
También ya se despeja la nube y ahora pueden ver mas claramente a su agresor...
En efecto se trata del bufón de la corte, que empuña algo parecido a una pistola de lanza bolas de espuma, pero en este caso estas bolas tienen un efecto mágico que les hace literalmente dormirse de risa. La victima en este caso es el Hada del Norte, esta atrapada por una serie de cuerdas liberadas al explotar la bola, y ahora el bufón le amenaza con aplicarle el mismo tratamiento que a sus súbditos.
- Tu curiosidad te ha perdido hada y ahora me quedaré con tu reino y te encerraré en una bola mágica para que veas que se siente estar allí - Y de nuevo aquella risa de niño pequeño que va a hacer una travesura...
- Esto me pasa por curiosa, si hubiese hecho caso a mi hermana...!
- Ahora nadie te salvará, nadie puede ayudarte y ahora  haré que te vayas a dormir con una sonrisa, para luego apresarte en una pequeña bola de cristal de hielo que llevaré colgada a mi cuello para siempre...
Esta vez rió a carcajadas mientras levantaba el lanza bolas apuntan a el hada indefensa..
No llegó a disparar, un destello proveniente de una galería lateral, lo fulminó haciéndolo dar vueltas como un torbellino que comenzó a introducirse dentro de la misma bola de cristal en la que planeaba encarcelar al hada. Aquel rayo provenía de la unión de los anillos mágicos de todos los miembros del Equipo Mágico con un solo pensamiento en sus cabezas, pronunciando juntos el deseo - Encerrar al bufón para que  no salga ni nunca, ni nunca; ni jamás, ni jamás!
Luego de que el torbellino se disipase en el interior de la bola quedo como congelada la imagen de aquel bufón durmiendo con una expresión de paz y alegría igual a la de sus victimas.
Casi de inmediato comenzaron a despertar todos y cada uno de los súbditos del Hada del Norte, estaban muy aturdidos y no entendían nada de lo ocurrido. Pero el Hada si que sabía y luego de agradecer la rápida intervención del Equipo Mágico, prometió nunca más meter la nariz donde no debía. Ya que ella había liberado al bufón del encierro que le impusiera el Hada del Oeste en cierta ocasión que intento hacer de las suyas en su reino. Por ello su hermana gemela se lo había mandado así para que le mantuviese bien congelado y que ya no hiciese mas maldades por mucho tiempo o ni nunca, ni nunca; ni jamás, ni jamás como lo había pedido el Equipo Mágico.
Y por supuesto insistió en invitar a quedarse al equipo a una riquísima merienda de chocolate caliente y churros rellenos... Huuuumm! Así da gusto luchar con este equipo!!!

No hay comentarios: