viernes, 23 de septiembre de 2011

Gabriela, se lleva una sorpresa...


Como ya os había contado en la aventura anterior, Aurora, conoce a Gabriela, y se hacen muy buenas amigas.Además comparten el mismo colegio y la misma clase, así que prácticamente, están casi todo el día juntas. Aquella tarde, y después de dormir sus siestas, se reunieron en casa de Aurora.Gabriela, se había llevado sus muñecas, y juguetes para compartirlos.Las dos niñas, estaban muy entretenidas, jugando sin parar.
La mama de Aurora, la llamo desde el piso de abajo, para merendar.
¡ Ya voy ,mama !,dijo Aurora.
Bajo corriendo las escaleras, y se acerco hasta la cocina.
¿ Aquí tenéis vuestra merienda?. Os la pondré en un plato, y así podréis seguir jugando.
Mientras tanto,en la habitación de Aurora, estaba esperando Gabriela, a que volviera su amiguita.Estaba jugando con una de sus muñecas, cuando escucho un extraño ruido, que venia de dentro del armario de Aurora.
Se levanto extrañada, y al abrir las puertas, se encontró con una gran sorpresa.
En el suelo del armario, un hada, trataba de abrirse camino, a través de la puerta, y la empujaba para poder abrirla.
Gabriela, se asusto un poco, dio marcha atrás, y se la quedo mirando, en ese momento, el hada también se asusto, y se escondió detrás de una de las puertas.Asomo su cabeza, para observar a la niña.

Y entonces pregunto:
¿Gabriela?...,dijo con cara de sorprendida.
Si, ¿Que estas haciendo aquí?, pregunto Gabriela...
¡ Vengo en busca de Aurora!, pero...
¿ tu que estas haciendo aquí, en su casa?...
Acabo de llegar, soy su nueva vecina y amiga.
En ese momento, Aurora entro en la habitación, con la bandeja de la merienda, aun no se había dado cuenta de lo que estaba pasando.
¡¡ Aquí esta la merienda!!,dijo Aurora.
Y al posar la bandeja en la mesita del cuarto,se dio cuenta que Gabriela, la miraba, con sus mejillas coloradas, porque tenia un poco de vergüenza.
¡Debo pedirte perdón, por haber abierto las puertas de tu armario!, pero es que oí unos ruidos y ...
¡ El hada del otoño!, se había colocado delante de ellas.
¡ Tenéis que ayudarme niñas!, dijo el hada.
Gabriela ¡ debes acercarte al bosque !, le pidió el hada.
¿Gabriela...?, ¿la conoces?.pregunto Aurora.
Si, es una de nuestras ayudantes, también como tu.
Aurora, sonrió, al saber que podía contar también con la ayuda de su amiga Gabriela.
¿Que pasa ?, pregunto entonces, Aurora.

Debéis venir conmigo, Gabriela ira al bosque, el hada del viento la espera.Y tu Aurora, deberás venir conmigo a la casa del elfo de la noche.Un gran dragón merodea por la zona, algo busca y no sabemos lo que es, les contó el hada.
¡ Esta bien, iré al bosque, nos vemos después Aurora!, dijo la niña. Y se fue.
Aurora y el hada del otoño, viajaron hasta la casa del elfo de la noche.Todo estaba oscuro cuando llegaron, solo se veía una pequeña luz a través de una pequeña ventana, que había en la parte de abajo de un árbol.
¡ Aquí es!, dijo el hada.

Entraron, en la casa, el elfo ya las esperaba.
Las ultimas noticias sobre aquel dragón, eran que sobrevolaba, el bosque en busca del hada del viento...
¡Debemos ir al bosque!, dijo Aurora.Grabriela esta allí!
Si, ¡vamos!, dijo el hada del otoño.
Las acompañaba el elfo, que en su mano,llevaba un pequeño frasco con una pócima, que el acababa de preparar, mientras esperaba la llegada de la niña y el hada.
Salieron de aquella oscuridad, el sol volvió a aparecer.Cuando llegaron al bosque, se encontraron a Gabriela y al hada del viento, luchando fuertemente con el dragón.
El hada del viento, contrarrestaba el ataque del dragón, con el fuerte viento, y Gabriela, llevaba, también otro frasco, con otra pócima, que intentaba echar por encima a aquel malvado dragón;les estaba resultando un tanto difícil.

Las hadas se pusieron de acuerdo, y decidieron una con la fuerza del viento, y la otra con la fuerza de los arboles, forman un gran muro, para poder detener por un momento al dragón, y unir las dos pócimas para que su poder fuese mayor.De eso, se estaban encargando las niñas,y el elfo.Lo consiguieron en un minuto,y cuando ya la tenían preparada, saltaron sobre el y lo regaron con la pócima, que al instante,lo hizo, convertirse, en un dragón pequeño, del tamaño de un elfo.

¡¡ Biennnnnnnnnnnnnnnn!!, gritaron las niñas, que habían conseguido liberarse de aquel malvado dragón.El elfo lo metió en una botella, y se lo llevo de regreso a la oscuridad.
Las niñas y las hadas, se pusieron muy contentas.¡ Eran un equipo!.
Las hadas las felicitaron, y les colocaron, dos pulseras iguales, en señal de la amistad que desde aquel momento las iba a unir para siempre.
¡ Estaban felices!. Cuando llegaron de nuevo a casa de Aurora, la mama, estaba en su cuarto llamándolas.
Mientras subían, reían muy contentas.Le contaron a sus mama, que habían bajado al jardín porque se les había caído una muñeca, debéis recordar, que no podían contar sus aventuras, así que eso pusieron de escusa.

Se comieron la merienda con muchas ganas, ya que el esfuerzo había sido muy grande.
Se despidieron hasta el día siguiente, y se fueron a dormir...
¡Menuda aventura!,¿Verdad?.
Pues esto acaba de empezar.En los próximos cuentos, habrá mas aventuras, de estas niñas tan intrépidas, Gabriela y Aurora.
¡¡ Ven a leerlas!! .Un besito de hada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buena idea la de hacer que las hadas ya conociesen a ambas...
Felicitaciones y haber el tema de los dragones ...alguno piola debe haber!!